Sobre el origen del ajo negro se descubrió casi por accidente, cuando un investigador japonés, mientras buscaba la manera de hacer más digestivo el ajo Exponiendo el ajo a humo de madera, se dio cuenta de que al cabo de un mes no solo pierde casi todo su olor original, sino que aumentan sus propiedades.
El ajo negro posee muchas de las proteínas (aminoácidos eseciales) para gozar de una buena salud: isolucina, leucina, licina, fenilanina… responsables entre otras cosas de la formación del tejido muscular, la salud mental, mantener los niveles de azúcar, etc etc.
El ajo negro al igual que el ajo blanco es muy útil durante la temporada de resfriados y gripe, ya que su gran cantidad de antioxidantes apoya al sistema inmune. Es también un gran antibiótico y fungicida, además, de que no deja mal aliento, no repite ni provoca molestias digestivas.
También se dice que la técnica existía como método de conservación tradicional en Asia y que su recuperación ha permitido re descubrir tanto su buen sabor como su sorprendente poder antioxidante, mayor que el del ajo blanco.
Proceso de elaboración
¿Cual es el proceso de elaboración para obtener el ajo negro?
El ajo negro se produce por la fermentación la fermentación de los bulbos enteros de ajo fresco a altas temperaturas en habitaciones con control de humedad dura casi un mes. Luego para lograr un sabor dulce, como a ciruela, el ajo fermentado se deja oxidar en una sala limpia durante 45 días.
Después de la fermentación el ajo se torna de color oscuro, su textura se vuelve más suave y su sabor más dulzón. Además, el olor fuerte desaparece y las numerosas propiedades que posee el ajo común, se potencian aún más al ser sometido a este proceso.
Los azúcares y aminoácidos que naturalmente posee el ajo cuando se someten a fermentación, producen melanoidinas, una sustancia de color oscuro que son las responsables del color del ajo negro.
LAS PROPIEDADES DEL AJO NEGRO PARA LA SALUD
El ajo negro es especialmente rico en compuestos fenólicos como la S-alilcisteína o la S-alil-mercaptocisteína, de acción antioxidante. Aporta, además, vitamina C y otras sustancias también antioxidantes de alto valor como los flavonoides. Todo esto le confiere múltiples propiedades.
- Al igual que el ajo de siempre, es un gran antibiótico natural, útil para prevenir y combatir resfriados y otras infecciones.
- Previene la migraña
- Ayuda a controlar la candidiasis intestinal y los parásitos en los niños.
- Favorecedor de la circulación, ayudando a reducir problemas en los músculos y las articulaciones.
- Estimula el tránsito intestinal.
- Antimicrobiano, que ataca las bacterias y previene su desarrollo en el organismo.
- Facilita la función hepática, eliminando restos de lípidos y colesterol dañino, lo que además lo convierte en un buen recurso ante la astenia primaveral.
- Al facilitar la circulación mejora también los dolores de cabeza por insuficiente riego sanguíneo.
- Se considera un buen energetizante natural
- Fortalecedor del sistema inmune, gracias a su contenido de vitamina C.
El ajo es un alimento que favorece el crecimiento del pelo y además lo fortalece. También sus compuestos sulfurosos ayudan a combatir infecciones y hongos, como los que causan la caspa.
El ajo tiene una alta concentración de nutrientes, esto hace que tenga beneficios sobre la salud capilar y además puede considerarse como unos de los ingredientes más saludables para el consumo humano.